Para conocer bien la identidad de un pueblo, es necesario conocer los hechos y los condicionantes históricos que marcaron su esencia. En el caso de Korea, hay 2 factores que podemos destacar especialmente para comprender el sentir y la idiosincrasia actual de todo un pueblo, y son: la situación geográfica y el propio carácter del pueblo coreano que, históricamente, ha sido uno de los grupos de gentes que apenas ha sentido el anhelo y la necesidad de expandirse invadiendo territorios ajenos.
Indudablemente, también hay otros factores que han ido influyendo a forjar lo que es actualmente Korea, por ejemplo: los movimientos migratorios, el clima en sus diferentes regiones o la propia orografía del país que, en el caso de la península coreana, se muestra con un porcentaje alto de desniveles y muchos sistemas montañosos.
La historia de Korea, al completo, hace del país lo que es hoy. Desde antes de la época de los 3 reinos, hasta la situación actual en la que los líderes de las 2 partes del país están intentando acercar posturas para firmar un tratado de paz, se han ido dando una serie de acontecimientos e hitos que sirven como “aval” suficiente para que podamos otorgar a la actual Korea las “etiquetas” de nación noble, disciplinada, inteligente y amante de la paz.